Aunque todavía se discute el propósito final de la política de seguridad nacional que han construido las demandas de Donald Trump y las exigencias regionales, lo cierto es que se perciben cambios importantes. Las acciones de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad están afectando los niveles intermedios de algunos espacios de la delincuencia organizada. Han comenzado a caer narcopolíticos y esto es importante, sobre todo porque los grupos que protagonizan la guerra de baja intensidad en México pueden disminuir su violencia si disminuye la influencia de los políticos que manipulan los conflictos en su beneficio; o bien, representan el vértice del poder en determinadas entidades.
El Estado Mexicano ha sido obligado a impulsar medidas de control sobre la delincuencia organizada según los intereses de Norteamérica; empero, existen otros problemas que afectan a la población civil y están fuera de la órbita trumpista. La estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum debe corregir las demandas de Trump y asumir que su implementación también puede contribuir a generar una gobernabilidad efectiva para su mandato. La violencia e impunidad que se han multiplicado exponencialmente en México también son insumos a la problemática norteamericana.
El gobierno de la república debe insistir en el subsidio de los Estados Unidos y distintos organismos internacionales para la implementación de las acciones contra la inseguridad en México. Algo ha hecho falta que desde el gobierno lopezobradorista no hubo un entendimiento económico en temas de migración y lucha contra las drogas. La demanda trumpista para que México solucione el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, reclama cantidades presupuestales extraordinarias que no contemplaron los gobiernos locales ni federales; ahora, las circunstancias que enfrenta México pueden convocar la participación de otras entidades.
Claudia Sheinbaum puede plantear conseguir recursos y entendimiento con Estados Unidos, así como otros organismos, para garantizar que la estrategia antidrogas de Donald Trump sea medidas efectivas y garantizar la eficacia de las impulsadas. En los hechos, México es un tercer estado seguro en temas de migración, ¿sucederá lo mismo con otras dinámicas como narcotráfico y salud?
La captura inmediata de algunos narcopolíticos y el control de ciertas regiones, permiten que la condición de gobernabilidad mejore; Sin embargo, el gobierno de la república tendrá que buscar el financiamiento de la macropolítica de seguridad antidrogas planteada desde Norteamérica.
Desde que tengo memoria, el estudio del poder y sus efectos en la sociedad han sido mi mayor fascinación. Mi nombre es Diego Martín Velázquez Caballero, politólogo de formación, egresado de la UPAEP y la BUAP, con una pasión insaciable por comprender los engranajes del sistema político mexicano y la geopolítica nacional.
A lo largo de mi trayectoria, he dedicado mi tiempo y esfuerzo a analizar la estructura del poder, sus dinámicas y los actores que dan forma al rumbo de México. Mi vocación no solo radica en entender el juego político, sino en descifrar las estrategias que moldean nuestro presente y determinan nuestro futuro. Me interesa profundizar en los cambios de las instituciones, la toma de decisiones y las fuerzas internas y externas que influyen en el desarrollo del país.
México es un tablero de ajedrez en constante movimiento, donde las piezas nunca dejan de reacomodarse. Mi labor como estudioso del sistema político y la geopolítica nacional no se limita a la academia; es un compromiso con la reflexión crítica y el análisis profundo, porque comprender la política no es solo cuestión de teoría, sino de interpretar la realidad con agudeza y visión estratégica.
Si algo he aprendido en mi camino es que la política es más que un conjunto de reglas: es la historia en construcción, el pulso de una nación y el reflejo de las aspiraciones de su gente. Y en esa historia, mi misión es aportar conocimiento, generar debate y contribuir a la construcción de un México más consciente de su propio destino.